Conservación de la Biodiversidad

Reservas naturales privadas

Algunas de las áreas naturales mejor conservadas de España son de propiedad privada, un factor clave que ha contribuido a su protección, resguardándolas del avance implacable del urbanismo, la especulación y la fragmentación del territorio

Protegiendo la biodiversidad en fincas privadas

La verdadera ‘marca España’ está sin duda en el valor que alcanza su biodiversidad. España acoge aproximadamente el 50% de las especies de la fauna y flora que existe en todo el continente europeo, albergando el mayor número de plantas vasculares (unas 7.600) y endémicas (unas 1.500) de todos los países de Europa. Esta biodiversidad se conserva hoy en gran parte gracias a la labor de gestión que han realizado durante siglos los grandes y pequeños propietarios de fincas, gestores de reservas naturales privadas.

Estas grandes fincas, muchas de ellas fuera de la red de espacios naturales protegidos, sirven de refugio a algunas de las especies más emblemáticas de la flora y fauna europea, desempeñando un papel crucial en la conservación de la biodiversidad.

Todo ello gracias al empeño personal de muchos de sus propietarios por la conservación del patrimonio natural y los usos sostenibles.

Las actividades agrícolas tradicionales, la ganadería extensiva y la gestión con fines cinegéticos han contribuido al mantenimiento de ese equilibrio durante siglos. Por ello es esencial valorar y promover el papel tanto de los agroecosistemas tradicionales como de los propietarios de grandes fincas privadas como aliados estratégicos en la conservación de la biodiversidad Europea.

Ayudamos a los propietarios de grandes fincas a conocer su patrimonio natural.

Conservación de la Biodiversidad y Gestión de Ecosistemas

Biodiversidad y ser humano

Los ecosistemas están en equilibrio dinámico, sujetos a perturbaciones periódicas como los herbívoros, los temporales de viento, las inundaciones o el fuego, que abren los bosques creando claros que elevan los niveles de biodiversidad. Muchas especies pueden dependen de estos eventos para su supervivencia.
El hombre es una especie de este ecosistema y, desde hace millones de años, trabaja laboriosamente rejuveneciéndolo. Somos una especie ingeniera que crea cultivos y aclara los bosques, como lo es el elefante tumbando acacias para crear la sabana o el castor inundando valles. Muchas especies salvajes dependen de nuestra actividad transformadora.

Las dehesas mediterráneas y otros paisajes mixtos, con árboles, arbustos y pastos, originados por el hombre, son puntos calientes de biodiversidad alrededor del planeta. De hecho, son una réplica de las sabanas, el ecosistema manejado que dio origen a nuestra especie y que hemos reproducido con éxito en todos los continentes. Una multitud de especies silvestres se benefician de nuestro peculiar manejo del ecosistema. Sin nosotros estas especies no existirían o bien ocuparían nichos marginales.
Nos guste o no, muchas de las especies emblemáticas de nuestro país, como el lince ibérico, la avutarda, el buitre negro o el águila imperial ibérica dependen, directa o indirectamente, de la actividad agrícola, cinegética y forestal realizada por el hombre.

Agricultura y biodiversidad

La agricultura y ganadería tradicionales han sido atractores de biodiversidad durante milenios en Europa. Sin embargo, desde la década de 1950, la intensificación y especialización del sector agrícola ha contribuido cada vez más a la continua pérdida de biodiversidad.

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la agricultura es hoy en día la principal amenaza que sufren los ecosistemas europeos. Por ello asesoramos a grandes propietarios de fincas para la implantación de medidas de restauración de ecosistemas agrarios implantando prácticas de agricultura regenerativa (agroecología), por su efecto en la conservación del agua en el suelo, el incremento de su contenido en carbono y en la biodiversidad local. El diseño en línea clave, la creación de charcas de reserva, la agrosilvicultura, los cultivos en franjas, la combinación de la ganadería con los cultivos, el uso de razas y variedades antiguas, la recuperación de ribazos y rastrojos y la creación islas de biodiversidad con herbáceas locales son algunas de estas medidas.
Conocimiento Tradicional

La gestión tradicional de muchas de las grandes fincas privadas suele estar vinculada a edificaciones y usos de gran valor arquitectónico, cultural y antropológico, específico en cada región. Sin embargo, este patrimonio corre el riesgo de ser relegado en favor de la homogeneización estética contemporánea. Consideramos necesario dar apoyo a la conservación y puesta en valor de este patrimonio arquitectónico, cultural y antropológico, trabajando en la recuperación de arquitectura tradicional, los usos y el conocimiento local.
Consideramos que los nombres locales de las plantas silvestres y su antiguo uso alimentario o medicinal son relevantes. Proponemos recuperar y crear elementos tradicionales del paisaje agrario que actúan como imanes de biodiversidad, tales como charcas, pilones, la plantación de árboles aislados y bosquetes isla en medio de los cultivos, así como setos y tapias de piedra en seco. Ayudamos a los propietarios a reintroducir razas y variedades agrícolas y ganaderas locales antiguas, rústicas y adaptadas al medio, y les asesoramos en la transformación agroalimentaria para la obtención de productos de calidad con marcas propias y en su estrategia de comercialización.

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